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El Lobo Feroz

Torturar fuera de casa

 

Torturar fuera de casa

En http://www.nybooks.com/blogs/nyrblog/2014/dec/30/new-politics-torture/?insrc=hpss#sthash.zQTue2PG.dpuf se puede encontrar una evaluación norteamericana de las torturas de la CIA reveladas en el informe oficial de esta organización al Senado de ese país. Por otra parte una vista aérea de las instalaciones clandestinas de la CIA al Norte de Kabul, de Digitalglobe/ScapeWare3d/Getty Images, da idea de las dimensiones de ese centro de detención y tortura, menos conocido que el de Guantánamo.

El informe al Senado americano confirma lo que ya sabe el lector (si el lector no lo sabe, apaga y vámonos), pero añade cuestiones nuevas. Entre otras que el programa de torturas era realmente amateur pues lo prepararon un par de psicólogos de las Fuerzas Aéreas «sin experiencia relevante» [sic] en la materia, a quienes la CIA pagó 80 millones de dólares. A lo que parece, los funcionarios  de la Escuela de las Américas del Tío Sam, que enseñaron a torturar eficientemente a los polis y milicos de las dictaduras latinoamericanas, deben estar jubilados ya.

La pretensión de que torturando se salvan vidas de norteamericanos, la llamada «defensa de necesidad», no se apoya en el informe en datos empíricos. Pero no vale la pena hablar de salvar vidas en relación con los gobiernos norteamericanos: hace mucho tiempo que el tema de las vidas les preocupa muy poco.

Otra información: las actuales autoridades de la CIA se empeñan en afirmar todavía hoy que el método de tortura consistente en hinchar con líquidos o semilíquidos el colon de sus víctimas como si fuera un globo no es una tortura, sino un método de alimentación (parece que esas lumbreras han descubierto que el colon puede digerir alimentos).

Con esas revelaciones ni siquiera podemos llevarnos las manos a la cabeza ante lo que suelen llamar los viernes negros de Obama. Negros: ¿tal vez porque Obama es negro? Pues no: los viernes son el día de la semana en que Obama decide, entre las propuestas que le hacen sus asesores, quiénes han de ser asesinados por medio de sus drones. Los diarios españoles que se preocupan, con razón, por los derechos humanos no hablan, se ignora la razón, de los viernes negros.

La cosa anda entre 1984  y Un mundo feliz. Como siempre últimamente.

El entramado del PP

Según señala El País del 18 de enero, «El PP se define ‘absolutamente ajeno’ a la corrupción de Gürtel.

¿Habremos de creer que los diversos empresarios que entregaban cantidades millonarias a los tres tesoreros sucesivos del PP lo hacían a cambio de nada? ¿Y que nadie sabía nada? Habría que creer en la transmutabilidad de la realidad. ¿Qué es eso de la transmutabilidad? Pues lo que hacen con la realidad los políticos del PP en sus discursos y declaraciones: negarla e inventarse otra.

En el libro Guiness el PP gana el record de políticos procesados por corrupción. De momento, gana también el de condenados, pero por poco ya que la justicia es muy lenta y además los delitos prescriben (eso lo sabe bien, por otra parte, Jordi Pujol).

El entramado del PP se lo tragan quienes le votan. Aquellos para quienes la corrupción no cuenta. A fin y al cabo, la Justicia sólo hace visible la punta del iceberg. Son todos los que están, pero no están todos los que son.

Esperemos que Rajoy pierda las elecciones y le jubilen con un título, que se lo tiene merecido. Sugerimos Marqués de los Hilillos de Plastilina o bien Barón de las Bárcenas. Eso sería hacer justicia.

Por repartir que no quede

Hay que ver los equilibrios que ha de hacer el nuevo secretario general del Psoe, Sánchez el flamante, cuando le preguntan si echará para atrás la reforma constitucional de Zapatero y Rajoy que antepone el pago de la deuda pública a cualquier otra necesidad, en el más que hipotético supuesto de que llegara a gobernar. Compite en equilibrios con la Cospedal, y ya es decir. Disculpen la chafardería, pero todos esos están tan del lado de los bancos acreedores que la sola idea de reestructurar la deuda externa les parece sacrílega.

Las «estructuras de estado» de la Generalitat catalana

El gobierno de Mas está dispuesto a dedicar el tiempo que le queda a que su Generalitat construya «estructuras de estado». De momento van a convocar plazas de funcionarios para la Hacienda catalana, que así aumentará el personal en un 50%. También abrirán nuevas protoembajadas, «oficinas de representación», en medio mundo. En cambio el dinero para otras cosas hay que sacárselo con fórceps, por decirlo de alguna manera. Así, como los infartos que se producen en Tarragona, Lérida y Gerona no se pueden atender por el comatoso estado —no nos referimos a los pacientes— en que el govern ha dejado la sanidad autonómica, y ante las protestas, van a comprar los aparatos necesarios. Los infartados, nacionalistas y no, agradecerán su munificencia.

Barbarie

Barbarie es Boko Haram, usando como detonador de un explosivo a una niña de diez años. Barbarie es el rey saudí, cortando manos y ordenando latigazos. Barbarie son los jeques de Qatar, por lo mismo, y por el modo en que esclavizan a los trabajadores que construyen su Paraíso (vergüenza para los que exhiben sus iconos). Barbarie es el murodeberlín que separa a los Estados Unidos de México; barbarie el muro israelí antipalestino. Barbarie son las vallas de Melilla, con sus navajas cortantes además.

Y barbarie, en definitiva, son también la reforma del Código Penal español y la ley «de seguridad» que de un modo ilegítimo, orillando trámites, liquidando la seguridad jurídica, el derecho de manifestación constitucionalmente establecido y los principios del humanismo penal que tanto costó actualizar en el siglo XX, pretende imponer ese partido trufado de verdaderos delincuentes, canallas, que ahora usufructúa el gobierno de España.

26 de enero 2015,

en tal día como hoy los franquistas tomaron Barcelona y en opinión del Lobo que suscribe al parecer no se han ido.

26 /

1 /

2015

Mas no por ello ignoramos
que también el odio contra la vileza
desencaja al rostro,
que también la cólera contra la injusticia
enronquece la voz. Sí, nosotros,
que queríamos preparar el terreno a la amistad
no pudimos ser amistosos.

Bertolt Brecht
An die Nachgeborenen («A los por nacer»), 1939

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