Impresiona ver de qué forma el capital en la nube consigue desempeñar cinco funciones que antes estaban fuera del alcance del capital tradicional. Capta nuestra atención. Fabrica nuestros deseos. Nos vende directamente sin pasar por los mercados tradicionales lo que nos ha hecho desear. Fomenta el trabajo proletario en los centros de trabajo. Y crea una ingente mano de obra gratuita (los siervos en la nube).
El nuevo imperialismo
Akal,
Madrid,
170 págs.
María Rosa Borrás
Muy interesante análisis de los mecanismos y procesos económicos, políticos e ideológicos que configuran la actual situación mundial de acumulación de poder en términos espacio-temporales. En esta obra breve, el autor del extenso estudio Espacios del capital aplica su concepción de materialismo histórico-geográfico con el fin de caracterizar de manera precisa lo que cabe entender por nuevo imperialismo; es decir, a partir de su «acumulación» de conocimiento, durante más de veinte años, sobre la lógica de la acumulación capitalista de poder territorial y temporal, consigue explicar el proyecto específico del imperialismo presente, en clara discusión con versiones e interpretaciones poco precisas al respecto.
La argumentación, basada en criterios históricos y en gran cantidad de fenómenos del presente, gira en torno de la noción de renovación incesante de la desposesión en el capitalismo, de modo que, según el autor, la acumulación de capital por desposesión no sólo cabe situarla en el momento originario sino que se repite periódicamente y engendra claras diferencias y oposiciones entre hegemonía e imperialismo. Especial interés presentan, a mi modo de ver, los capítulos III («Bajo el dominio del capital») y V («Del consentimiento a la coerción») que exponen, respectivamente, el funcionamiento en estos momentos de la lógica capitalista de poder y los rasgos principales del actual panorama de la política neoconservadora estadounidense así como la caracterización del movimiento altermundialista.
6 /
2004