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La Redacción

Una luchadora. En memoria de Almudena Grandes

Pronto, muy pronto, demasiado pronto se ha ido nuestra compañera, nuestra querida Almudena Grandes. Un maldito tumor se la ha llevado dejándonos huérfanos de su alegría, de su constancia en la lucha y en la denuncia; de su esplendorosa novelística, y en particular de esos nuevos episodios nacionales que quedarán para siempre incompletos, inacabados, pero que son un material literario e histórico importantísimo no solo para nosotros sino sobre todo para las generaciones que vendrán.

Almudena era muy madrileña. Quizá por ello era capaz tanto de explicar por escrito a sus lectores el modo de hacer unas buenas torrijas como de mantener vivo el recuerdo de la república, de las libertades cercenadas por el golpe, la guerra y la dictadura militares. Esta última fue, creemos, la pasión de su vida junto con su estar siempre del lado de los de abajo, de los que sufren las desigualdades. Su pérdida lo es, creemos, para todo el partido orgánicode la izquierda. Siempre estará en nuestra memoria, y daremos a leer su obra a los más jóvenes para cumplir la antigua consigna republicana: recuérdalo tú, recuérdalo a otros.

Compartimos el dolor con su compañero, Luis García Montero, colaborador de nuestra revista.

Nunca podremos olvidarla.

28 /

11 /

2021

Mas no por ello ignoramos
que también el odio contra la vileza
desencaja al rostro,
que también la cólera contra la injusticia
enronquece la voz. Sí, nosotros,
que queríamos preparar el terreno a la amistad
no pudimos ser amistosos.

Bertolt Brecht
An die Nachgeborenen («A los por nacer»), 1939

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