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Trumbo: La lista negra de Hollywood

Estados Unidos,

Joan Lara Amat y León

Una película muy adecuada para un tiempo en que se ha vuelto cotidiano el miedo y el retroceso en los derechos y libertades. Trumbo: La lista negra de Hollywood narra el drama personal y colectivo de una generación de cineastas que vivió bajo la época del macarthismo (1950-1956). La película es recomendable verla junto al testimonial documental de Peter Askin (EEUU, 2007): Trumbo y la lista negra que está basado en las cartas del propio Trumbo.

A pesar de que pocos años antes la alianza EEUU-URSS había derrotado al nazismo en Europa, la nueva geopolítica volvía enemigos en el nuevo tablero del mundo a los antiguos aliados, se daban los primeros pasos de la Guerra Fría. Y de la Guerra Fría Cultural, el conservadurismo más radical buscaba también su enemigo en el interior del país: así como durante la Segunda Guerra Mundial los estadounidenses de origen japonés habían sido considerados enemigos y recluidos en los campos de concentración, ahora en la posguerra se reeditó la figura del enemigo. El macarthismo persiguió a los ciudadanos que se mostraban críticos con las políticas de su gobierno, así un liberal progresista o un comunista era acusado de antiamericano, sospechoso de ser espía de la URSS, es decir enemigo.

El senador McCarthy desencadenó una auténtica “caza de brujas” contra los sectores progresistas estadounidenses, con la elaboración de “listas negras” que implicaba la pérdida de empleo inmediata, una persecución por razón de ideas políticas en la nación de la democracia y la libertad. A través de la presidencia de la Subcomisión Permanente de Investigaciones del Senado y de la promoción del Comité de Actividades Antiestadounidenses, se persiguió por su forma de pensar a funcionarios estatales, periodistas, intelectuales como Paul Sweezy, cineastas como Charles Chaplin…

El macarthismo acusó de antiamericanos a los llamados “Diez de Hollywood”: Alvah Bessie, Herbert Biberman, Lester Cole, Edward Dmytryk, Ring Lardner Jr., John Howard Lawson, Albert Maltz, Samuel Ornitz, Adrian Scott y Dalton Trumbo. Estas acusaciones contaron con el apoyo de actores como el entonces presidente del sindicato y futuro presidente de EE.UU. Ronald Reagan, o como Gary Cooper o Robert Taylor que se dedicaron a delatar y acusar a sus compañeros. Por otro lado, los acusados fueron apoyados por el Comité de la Primera Enmienda, formado entre otros por Kirk Douglas, Humphrey Bogart, Lauren Bacall, Gregory Peck, Katherine Hepburn, Burt Lancaster, Gene Kelly, John Huston, entre otros.

La persecución fue ampliándose y mucha gente perdió sus trabajos, llegó a vivir situaciones económicas muy difíciles, rupturas familiares, suicidios y muertes prematuras. La muerte laboral, la muerte del ciudadano. La película muestra muy bien este sufrimiento en la figura de uno de los mejores guionistas de la época, Dalton Trumbo. Una de las historias de vida que a pesar de las desgracias que tuvo que enfrentar tiene un mejor final. Gracias al apoyo que recibió de Kirk Douglas en Espartaco y de Otto Preminger en Éxodo, que se enfrentaron a la prohibición de dar trabajo a los incluidos en la lista negra, el nombre de Dalton Trumbo volvió a aparecer en los títulos de crédito. Muchos otros quedaron en el camino.

No podemos olvidar las enseñanzas de la historia a riesgo de repetir los errores eternamente, sobre todo que ahora en España incluso la sátira titiritera ha llegado a ser sospechosa. La película nos debe recordar que la ciudadanía debe estar alerta en la defensa de sus derechos y libertades, pues las políticas más reaccionarias aprovechan el miedo para coger a la ciudadanía desprevenida ofreciendo orden a cambio de deteriorar la democracia, empezando por degradar al propio ciudadano, cautivo y desarmado…

Trumbo, 2015, Estados Unidos, 124 min.

Estreno en España: 22 de abril de 2016

Tráiler:

30 /

3 /

2016

Mas no por ello ignoramos
que también el odio contra la vileza
desencaja al rostro,
que también la cólera contra la injusticia
enronquece la voz. Sí, nosotros,
que queríamos preparar el terreno a la amistad
no pudimos ser amistosos.

Bertolt Brecht
An die Nachgeborenen («A los por nacer»), 1939

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